CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

domingo, 8 de marzo de 2009

Sábado noche


Buenas a todos!
La verdad es que últimamente he pasado unos días bastante malos, seria, desganada de todo y que me agobiaba por la 'meá de un gato'. Vamos, que veía caer una pelusa al suelo y empezaba a llorar como una magdalena, pero creo que hoy me he levantado con el ánimo renovado, gracias, aparte de la juerga de anoche, a mi familia que ayer se reunió para hablar conmigo y me hicieron gritar eso de "Esto hasta el c*ñ* de Galway!!!!!" para desahogarme, aunque no sea exactamente eso lo que me ha pasado. No es que esté HARTA de Galway con la connotación negativa de la palabra, sino que ECHO de menos tanto mi ciudad y mi gente, a mi familia y a mi novio, que últimamente he deseado que el tiempo pase rápido para colarme ya en Abril.
Así, después de llorar un ratito a moco tendido y de escuchar a mi madre y mis tías cantarme cancioncillas (de coña, para animarme), me recuperé un poco y le dije a Nerea que saliéramos por ahí, que me apetecía bailar un poco y coger el puntillo (tampoco necesito beber mucho pa cogerlo, media Coronita basta y sobra) para animarme. Y así lo hicimos, nos duchamos, nos vestimos, y tiramos para el King's Head donde Nerea y yo estuvimos más de una hora las dos solas, bailando y charlando y observando a los personajes irlandeses que pululaban a nuestro alrededor.
Poco después nos llamaron Margarita y Lola para que les diéramos el encuentro en el Roisin, otro pub muy famoso de aquí. Fuimos para allá y por primera vez en los meses que llevo aquí, el portero nos echó, dicho así fino, cojones a Nerea y a mí. Nos dijo algo de que estaba prohibido beber en la calle en Irlanda bajo pena de multa y que si nos veía otra vez haciéndolo nos tendría que "pedir que nos fuésemos a otro pub". Entonces, ¿por qué te ofrecen vasos de plástico a la salida de los pubs? Para que te lleves tu bebida si quieres irte, ¿no? No entiendo nada.
Al entrar el ambiente del principio no me gustó demasiado, demasiado niñato haciendo el ganso, aunque se me pasó pronto la sensación. Tenía ganas de bailar, de reírme, de hacerme mil fotos con Nerea. Y lo hicimos.
Una de las mejores partes de la noche, aparte de todos aquellos irlandeses que, confundiéndonos con irlandesitas, venían a charlar de tonterías con nosotras (cosa que no deja de sorprenderme y de hacerme una jartá de gracia), fue un momento en que una pareja se puso a buscar algo junto a nosotras, una chaqueta o un abrigo perdido probablemente. La chica no conseguía encontrar lo que fuera, a saber por qué, y tenía un cabreo del copón. Su novio, enfadado también, la miraba con los brazos cruzados. Yo me fijé en ellos porque los abrigos que la nena se dedicó a revolver eran los nuestros. Entonces, decidieron irse, pero antes, el chico me miró y me dijo "I love your tie", es decir, "Me encanta tu corbata" y la chica lo fulminó con la mirada y empezó a echarle la bronca por hablar conmigo y decirme eso. Fue muy divertido poner celosa a alguien sin ni siquiera darm cuenta! Nos reímos muchísimo con la situación.
A la salida del pub, ya pasadas las 2:30 de la madrugada, Lola me pidió que le aguantase su bolso mientras se ponía el chaquetón y así, salió antes que yo, que iba cargada con dos bolsos, el mío y el suyo. El amable portero que horas antes nos había echao cojones, me miró ahora los dos bolsos y agarrando el de Lola me dijo "Eh, ¿este es tuyo? ¿Tienes dos bolsos?", ¡¡como si lo estuviera robando!!" Entre que iba mareaílla, que estaba cansada y harta ya, pegué dos gritos a Lola y al portero le dije, con muy malísima leche y a voz en grito, ''¡¡¡ES DE MI AMIGA, LOLAA!!!!" y el tío lo soltó y me dejó irme. Increíble.
Al salir, quisimos coger un taxi para volver a casa, en lo que Lola y Margarita empezaron a charlar con unos tíos y a nosotras nos abordó un grupo de brasileños (uno de ellos clavaíto, dice Nerea, a José Luis Guerra) y empezaron a decirnos no sé qué de una party (fiesta) en algún sitio a 10 minutos de allí. Por supuesto, les dijimos que no amablemente pero contra todo pronóstico no fueron pesados y entonces charlaron con nosotras en español. Al saber que queríamos un taxi, José Luis Guerra se abalanzó rápidamente hacia uno que vió venir que estaba vacío, lo paró para nosotras y nos abrió la puerta para entrar, deseándonos muy buenas noches y a mí que me mejorara del catarro. Como Lola y Margarita seguían de cháchara, acabamos por irnos, meás de risa, y como nos tocó un taxista simpático y honrado, nos pusimos también a charlar con él.

Ni falta hace decir que entre el frío que hacía, el humo del pub (humo de ambiente, no de tabaco), las bebidas con hielo y la pechá de gritar que me dí, hoy soy la viva voz de Colombo y apenas puedo alzar la voz. Pero sabéis, no importa, porque he estado tan mal estos días atrás que ha merecido la pena.
Muchísimo.
Pd: el otro día hice mis primeras berenjenas rellenas, y este fue el resultado!

0 comentarios: