CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

sábado, 21 de marzo de 2009

Autoanálisis y mala suerte


¡Hola!
Bueno, gracias a la maravillosa gestión de la NUIG, por la cual han tardado 7 meses en decirnos qué día tenemos el único examen del año (y yo pensaba que la UCA era mala pa eso...) ya hoy, por fin, sabemos qué días es... el 28 de Abril. De ahí en adelante puedo considerarme libre de todo deber de estar aquí y podría irme, y no me perdería mi feria, pero viene mi familia a verme desde el 7 al 12, cosa que me alegra muchísimo y me hace mucha ilusión, pero que de haber sabido antes el panorama, les habría dicho mejor que vinieran en Semana Santa. Pero no, el departamento de español es divino retrasando los comunicados importantes. El hecho de la fecha en sí no es importante, lo peor de todo es saber que mis compañeras se quitarán de enmedio como tarde el 1 de Mayo (con mala suerte, antes) y aquí me quedaré yo, una semana o más sola, y quizá sin internet, porque tendría que pagar la factura del mes de Mayo yo sola.
Cuando me han dicho lo del examen por poco me da un ataque.
Ni falta hace que diga que estoy bastante agobiada con ese tema ahora mismo... y que me estoy acordando de toda la familia del departamento de español. Estupendo.

Otro tema que he estado pensando estas últimas semanas es, ¿soy una persona aburrida?
Si hay algo en lo que soy completamente diferente de mis compañeras es, sobre todo, lo poquísimo que me gusta salir los sábados por la noche para meterme en un pub lleno de gente. Lo que me hace replantearme, visto lo visto, si la rara soy yo. O aburrida, mejor dicho.
No, no me gusta salir a pubs donde la gente está borracha desde las 9 de la noche y que cuando dan las 11 (la hora en que nosotras llegamos) ya están demasiado ciegos como para respetar que pases por su lado y no te toquen el culo o empiecen a intentar ligar contigo.
Tampoco me gusta entrar al pub a empujones, sobarme con la gente sudada, y tener que bailar con los brazos pegados al cuerpo. Tampoco es de mi agrado cuando alguien pasa por mi lado con una cerveza o una copa y me tiran la mitad por encima.
Siempre lo digo porque es lo que siempre pienso: las discotecas son para gente 1. a la que le guste bailar, 2. que baile bien, 3. que quieran ligar. Y yo no poseo ninguna de las tres cualidades ahí explicadas.
Sí, salgo y mal no lo paso, siempre y cuando al día siguiente suprima de mis recuerdos la tía que me pisó con el tacón, el tío que me sobó el culo y al que nunca vi la cara, o aquel que me manchó el abrigo de Guinness.
Y es un tema del que nunca he hablado en este blog, por miedo a parecer una aburrida, aunque la gente que mejor me conoce sabe que esas cosas no me gustan y lo respetan. Aquí sin embargo, cada sábado me siento en parte obligada a salir para que en concreto una de mis compañeras no se quede aquí conmigo y aburrida. Y me siento mal porque a veces lo hace, se queda por mí, como anoche, y eso me hace sentir mal. Pero, ¿hasta qué punto debe hacerme sentir mal?
Si en el Puerto siempre prefiero un cine a una discoteca o tomar una copa en un bar con mis amigos, tranquilamente, a ir de botellona en el parque, ¿por qué aquí debería forzarme a lo contrario? Con lo feliz que yo soy yendo a ver una peli, sin prisas ni presiones, o simplemente tomando un Red Bull en La Reconquista con mis amigos/as, o quedandome en casa viendo CSI con mi madre. ¿Por qué es tan difícil de entender?
El sábado pasado, sin embargo, me llevé una cálida alegría cuando, estando en el Living Room, un chaval (sobrio!) se puso a hablar con nosotras y nos dijo que esperaba que estuviéramos disfrutando de Galway, y nos dijo que no tuviéramos en cuenta la forma tan exagerada que tienen de beber aquí.
Y hoy, como cada sábado, me asaltan estas dudas, porque hoy es otro día que siento un poco la obligación de salir. Y al mismo tiempo, no soy capaz de decir estas cosas en alto por si alguna se enfada. Y tampoco quería escribirlo aquí, pero qué caray, es mi blog!
Yo sería feliz yendo, por ejemplo, los sábados y domingos por la mañana al centro a dar un paseo, ver tiendas o ir a la playa, pero eso apenas lo hacemos, porque los domingos y los sábados por la mañana estamos demasiado cansadas (por haber salido la noche anterior hasta las tantas) y no tenemos ganas de movernos el resto del día.

En estos momentos, afirmo, estoy hasta el moño de la Erasmus y estoy deseando que se acabe ya.
Está claro que soy una aburrida ... y que estoy de un humor raro hoy, también.


Un abrazo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Wapetona soy Belén te deje un mensaje privado en el tuenti, espero k lo leas tqm besitoss.