Hola de nuevo! Como podéis ver estoy intercalando trocitos de carnaval entre actualización y actualización, pero es que últimamente me estoy quedando un poco flipaílla con el patazo que ha metido nuestra señora Reina de España con el tema del matrimonio homosexual, tema que ha generado una larga conversación antes en el salón con mis 3 compañeras. La coclusión básicamente ha sido que sí, que puede tener su opinión (así es la democracia), pero que viendo la época en la que estamos y la cantidad de personas que ya optan por "Vive y deja vivir" (me refiero a este tema en cuestión) y el papel que ella juega en estos tiempos (de florero más que de otra cosa), las opiniones más le valdría guardárselas si no quiere que media España se ponga en su contra.
Pero dejando de lado ese tema tan feo, vengo a comentar el 3º día de nuestro viaje a Londres.
El lunes fue un día matador, entre que Lola y yo estábamos malas (con la regla, con su correspondiente bajada de energía) y que el tiempo no mejoraba (llevaba ya dos día lloviendo sin parar, repito, sin parar, típico día Irlandés), salimos con muchas menos ganas que los otros días. También hay que tener en cuenta que llevábamos ya dos días levantándonos a las 7 de la mañana, pateándonos Londres en metro y a pie, y que las horas que dormíamos no eran suficiente pa lo agotadas que estábamos.
No pudimos entrar a ninguno de esos sitios, porque era muy caro (exagerao pa mi gusto, de 12
Volvimos a ver el Big Ben de día, para hacerle alguna foto un poco más decente y dimos un paseíllos por los alrededores. Ese día decidimos no comer bocadillos, porque estábamos ya un poco hartas, y como al final nos ahorramos las 22 libras del hop on hop off, decidimos darnos un modesto homenaje. Fuimos después del Big Ben (y el London Eye, la noria esa que se ve al fondo) a ver el puente, el famoso London Bridge y la torre de Londres.
Pasamos mucho frío porque estábamos calaítas hasta las bragas (bueno, es una forma de hablar... pero los pies los teníamos helados!) y paramos a comer en un KFC, una especie de McDonalds pero solo de pollo, que es muy famoso en Reino Unido y en Estados Unidos.
Más tarde nos pasamos por Portobello Road (¿alguien se acuerda? Quien haya visto La Bruja Novata le sonará seguro, cuando cantan eso de Portobello road, Portobello road, donde se vende y se compra hasta el sol...). Nerea y yo teníamos muchas ganas de ir, sobre todo al pensar que Angela Lansbury estuvo por allí.
Como fuimos de noche ya no había mercadillo, pero dimos un paseo por las calles viendo casas típicas Londinenses. Junto a Portobello Road, pasamos por Notting Hill, barrio famoso y pijo en Londres, donde también se rodó la famosa película Notting Hill de Julia Roberts y Hugh Grant. Dicen que la librería de Hugh Grant realmente existe en Notting Hill, aunque no la encontramos...
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